3.1 ¿Qué puedo decir? Mis derechos, tus derechos

Bienvenidos a Justamente Digital Section 1 3.1 ¿Qué puedo decir? Mis derechos, tus derechos

Internet es un espacio maravilloso, ¿verdad?

Abierto, público, igualitario. Todo el mundo tiene una tribuna desde la que hablar libremente.

Espera, no tan rápido. Si bien Internet tiene ciertamente el potencial de ser un espacio digital democrático, hay mucho margen de mejora.

Los derechos a la comunicación en línea no suelen estar bien protegidos.

La vigilancia, las amenazas y el acceso restringido afectan a la capacidad de las personas para ejercer sus derechos en línea. El auge de las grandes empresas tecnológicas con ánimo de lucro puede asfixiar a los pequeños medios de comunicación independientes, lo que dificulta la búsqueda de noticias variadas y equilibradas. Y la llegada de la IA generativa hace que sea más difícil que los medios de comunicación inviertan en equipos diversos de reporteros, editores y fotógrafos humanos con una buena formación.

Una comunicación digital segura, abierta y fiable habilita a las personas.

¿Y qué nos frena? Avanza por las palabras clave de esta sesión para saber más.


Palabras clave


Objetivos

Después de esta sesión serás capaz de lo siguiente:

  • Comprender las principales dificultades a las que se enfrentan hoy en día los derechos a la comunicación;
  • describir los derechos de comunicación y cómo se ven afectados por la incitación al odio y otros desafíos; y
  • tomar medidas para seleccionar y compartir contenidos publicados por fuentes fiables en Internet.

Definiciones

Derechos a la comunicación


Si estás todo el día pegado a tu celular, quizá te alegre saber que la comunicación es un derecho humano, igual que la alimentación, la vivienda y la seguridad. Los derechos a la comunicación permiten a todas las personas del mundo expresarse individual y colectivamente por todos los medios de comunicación. Son vitales para la plena participación en la sociedad y, por tanto, son una serie de derechos humanos universales de todas las personas.

Los derechos a la comunicación están incluso consagrados en la legislación internacional, en particular, en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas:

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión. (DUDH, Artículo 19).

Los derechos a la  comunicación también abarcan el derecho a reunirse y a manifestarse, el derecho a aprender y utilizar el propio idioma, el derecho a la privacidad, el derecho a la información, el derecho a recibir educación y el derecho de establecer medios de comunicación. La protección de estos derechos nos ayuda a interactuar con los demás y a fomentar el entendimiento y la cooperación.

Recapitulemos: Los derechos a la comunicación permiten a las personas y grupos buscar, recibir y compartir información.

Por ejemplo: Los gobiernos tienen la obligación de crear un entorno propicio para los medios de comunicación libres e independientes. (Source: Article 19. Artículo 19 es una ONG internacional con sede en el Reino Unido).

Libertad de expresión


La libertad de expresión es un importante derecho a la comunicación. Por desgracia, a menudo se apela a la libertad de expresión para defender a personas que dicen cosas dañinas. La libertad de expresión nunca está libre de restricciones y es, por lo tanto, un derecho que debe ejercerse responsablemente.

El Consejo de Europa dice: “Usted tiene derecho a buscar, recibir y difundir la información y las ideas de su elección sin injerencias y sin limitación de fronteras”. El Consejo de Europa tiene cuarenta y seis (46) Estados miembros y ha trabajado para defender los derechos humanos y la democracia en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Pero (¡y esto es importante!) no puedes incitar al odio o a la violencia, no puedes robar contenidos e ideas de otras personas, y tienes que respetar todos los demás derechos humanos. Así que, ejerce este derecho con responsabilidad.

Por desgracia, la mayoría de la población mundial no puede disfrutar de una libertad de expresión plena. Las leyes contra la blasfemia y la difamación, la censura en Internet, los monopolios de los medios de comunicación, entre otros, implican que muchas personas no pueden comunicarse libremente o sin asumir un riesgo personal.

Recapitulemos: la libertad de expresión protege tu derecho a mantener y compartir opiniones sin injerencias, siempre que no causes perjuicios ni infrinjas las leyes.

Por ejemplo: la libertad de expresión está consagrada en la legislación de Sri Lanka, pero los periodistas y defensores de los derechos humanos corren el riesgo de perder su trabajo, y de ser víctimas de la violencia y de la injerencia directa del gobierno si denuncian las injusticias y la corrupción. (Fuente: Federación Internacional de Periodistas (FIP). La FIP es una federación mundial de sindicatos de periodistas que representa a más de 600 000 trabajadores de los medios de comunicación de todo el mundo).

El discurso de odio


La incitación al odio es un gran problema en Internet. El anonimato y las grandes audiencias de Internet pueden impulsar a las personas a decir cosas que ni por asomo dirían cara a cara. Las víctimas más frecuentes de la incitación al odio son los refugiados y migrantes, las mujeres, las minorías religiosas y la comunidad LGBTQ+.

El discurso de odio puede no ser siquiera un discurso. Puede ser una caricatura o un gesto, un símbolo o un objeto.

El rasgo que sí comparten todos los contenidos que incitan al odio es que tienen un objetivo: un grupo o los miembros de un grupo que comparten una característica concreta. Puede tratarse de una creencia religiosa, un género o incluso una opinión. El discurso de odio ataca a las personas por lo que son, no por lo que dicen o hacen.

El discurso de odio es peligroso porque actúa como un precipitante a la violencia. No solo afecta a sus víctimas objetivo, también alienta a otras personas a discriminarlas y difundir el odio. Valida los estereotipos negativos y puede dañar la cohesión social.

Recapitulemos: la incitación al odio es contenido ofensivo dirigido contra un grupo de personas por motivo de su identidad.

Por ejemplo: calificar de animales a un grupo de personas o hacerlo responsable de la propagación de una enfermedad son formas de incitación al odio. Promover teorías conspirativas y celebrar la persecución de ciertos grupos en el pasado también es incitación al odio. (Fuente: Columbia Británica (Canadá), Oficina del Defensor de los Derechos Humanos).

Periodismo


A menudo se dice que los medios de comunicación son el “cuarto poder” del Estado. Suena importante, ¿verdad? ¡Lo es! Los poderes legislativo, ejecutivo y judicial de un gobierno democrático proponen, promulgan y hacen cumplir las leyes. Los medios de comunicación independientes están para informar a las personas sobre lo que ocurre en el mundo y exigir la rendición de cuentas a todos.

Los ecosistemas mediáticos sanos y las democracias sanas van de la mano.

El periodismo es la actividad de buscar, investigar, cuestionar, crear y difundir noticias. El término alude tanto a las personas que realizan este trabajo como a los contenidos que producen.

En muchos países, los periodistas se enfrentan a amenazas de encarcelamiento y de violencia por hacer su trabajo. El periodismo también se enfrenta a la presión de los contenidos generados por IA, la falta de confianza en las noticias independientes, la financiación insuficiente y la demanda de contenidos gratuitos en línea.

Recapitulemos: el periodismo es un bien público que proporciona a las personas información fidedigna, que es necesaria en las sociedades sanas y las democracias fuertes.

Por ejemplo: el periodismo de investigación profundiza en un tema durante meses o incluso años. La British Broadcasting Corporation (BBC) pudo acceder a los contenidos de una tableta abandonada en un campo de batalla libio por el grupo mercenario ruso Wagner. Estos ofrecieron una visión sin precedentes del funcionamiento del grupo. (Source: BBC. La BBC es el servicio público de radio y televisión del Reino Unido).

Espacios digitales


Los espacios digitales son lugares de comunicación, encuentro e intercambio de ideas, muy parecidos a las plazas públicas de los pueblos. Surgen cuando las personas se conectan entre sí y forman una comunidad en línea haciendo uso de las tecnologías digitales. Las redes sociales son un buen ejemplo, pero también son espacios digitales la realidad virtual, los juegos en línea y los blogs, entre muchos otros ejemplos.

Como hemos visto, los espacios digitales están dominados por las grandes tecnológicas —que ganan dinero en ellos— y pueden ser utilizados por los gobiernos para vigilar y restringir los derechos a la comunicación. También hay grupos marginados que encuentran obstáculos para acceder y utilizar los espacios públicos digitales.

Los derechos en estos espacios deben ser una extensión de los derechos aplicables fuera de Internet. Los espacios públicos digitales mejoran cuando todas las personas pueden participar libremente, en igualdad de condiciones y con seguridad. La participación respetuosa de una diversidad de personas permite la colaboración y el aprendizaje conjunto hacia cambios positivos.

Recapitulemos: los espacios digitales son espacios en línea donde las personas pueden ejercer sus derechos a la comunicación.

Por ejemplo: los espacios digitales incluyen las redes sociales, los juegos en línea y las plataformas de aprendizaje. También se pueden crear espacios digitales con etiquetas como #BlackLivesMatter y #RhodesMustFall.


Continuar

¡Súper! Ahora ya sabes lo esencial sobre los grandes temas de los derechos a la comunicación. En todo el mundo hay personas que afrontan distintas dificultades para ejercer su derecho a la comunicación. Clica en “Complete Lesson” para escuchar lo que dicen dos especialistas en la materia.